Gestión patrimonial: qué es y cómo elaborar una buena estrategia

Es muy importante que como personas tengamos una gestión patrimonial, la cual nos ayudará a conseguir ciertos objetivos financieros, traer orden en esta área y mucho más. Es por eso que si tienes bienes y quieres optimizarlos, a continuación te estaremos explicando qué es una gestión patrimonial y por supuesto, cómo elaborar una buena estrategia.

¿Qué es una gestión patrimonial?

Explicado de manera breve y sencilla, se pudiera decir que la gestión patrimonial consiste en el análisis o estudio profundo de la situación en la cual se encuentra el patrimonio de cada cliente. También consiste en la ejecución de diversas tareas para mejorar u optimizar el patrimonio, con el fin de lograr las metas propuestas.

El patrimonio empresarial se suele clasificar en dos tipos. El primero es el patrimonio tangible y se trata de los bienes inmuebles como por ejemplo las casas y el edificio en donde está ubicada la empresa, los vehículos y muebles como equipos informáticos.

En segundo lugar, el patrimonio intangible, el cual está formado por bienes que no son físicos como los anteriores. Un claro ejemplo son los registros, marcas o patentes.

¿Cómo elaborar una buena estrategia para la gestión patrimonial?

Para poder realizar una buena estrategia y realizar una correcta gestión patrimonial, debemos tener en claro ciertos objetivos de inversión, como por ejemplo la rentabilidad y riesgo, las restricciones como los impuestos, liquidez, legalidad y mucho más.

Para saber o conseguir cuál es la estrategia de gestión patrimonial correcta, tenemos que elaborar una planificación, en la cual tendremos como puntos más importantes los siguientes: balance del cliente, objetivos y plan financiero.

Balance del cliente

En esta primera etapa trataremos de recopilar la mayor cantidad de información del cliente, para luego elaborar una proyección de posibles ingresos y gastos en un futuro.

Debemos reunir datos relevantes como edad, estado civil, perfil de riesgo, información de activos del cliente, como por ejemplo su patrimonio financiero y no financiero. Aparte de todo esto, debemos saber o conocer el dinero que nuestro cliente está determinado a invertir. En último lugar, tenemos que recopilar los datos financieros fiscales, los cuales van a depender del país en el cual se encuentre.

Meta del cliente

En este paso, el objetivo o meta del cliente tienen que ser definidos por el gestor de patrimonios. Muchas veces dichos proyectos pueden ser bastante ambiciosos, pero es importante mencionar que dichas metas o planes tienen que ser específicos, tangibles y por supuesto alcanzables en un período de tiempo establecido. 

Plan financiero

En este último punto, ya teniendo en claro los objetivos planteados en el paso anterior, procedemos a definir cuáles serán las acciones específicas que nos van a llevar a cumplir de manera óptima esas metas u objetivos.

Es muy importante que el cliente esté de acuerdo con cada una de las acciones a llevar a cabo para poder lograr de manera satisfactoria cada uno de los objetivos trazados.

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